Fué hace unos años, hablo del año 2003, pero guardo muy buen recuerdo de aquella escapada y me parece que fue ayer cuando estábamos recorriendo la Serranía de Cuenca.
Teníamos claro que queríamos una nochevieja diferente a lo que hacíamos en los últimos años, así que pensamos en el turismo rural, en alquilarnos una casa para pasar unos días con unos amigos, pero el plan tenía que acoplarnos con los horarios de trabajo de todos y esa era la tarea más complicada de todas. Por aquel entonces yo trabajaba en comercio con un turno fijo de mañanas, mi marido tenía vacaciones en esas fechas, y el resto de amigos que trabajaban salían más o menos pronto de sus trabajos, pero claro, el destino tenía que estar relativamente cerca de nuestra localidad para que nos diese tiempo a llegar, y por ello elegimos Cuenca, que se encuentra a unas 2,5h de Valencia. Buscamos un sitio que estuviese bien situado, desde el que pudiésemos visitar lugares interesantes cómodamente y no estuviese muy alejado de la ciudad....y dimos con Las Majadas; perfecta ubicación para lo que estábamos buscando.
Me puse manos a la obra, buscando una casita que se ajustase a nuestras necesidades, que admitiesen animales (por aquel entonces teníamos un bullgog francés adorable de 9 meses y sí o sí venía en el grupo), con suficientes habitaciones y a ser posible baño para cada pareja y sobre todo y lo más importante, que fuese económica y allí estaba, esperándonos: Casa Rural Pitu. (http://www.casapitu.es/)
No recuerdo exactamente lo que nos costó pero estuvo genial de precio para todo lo que ofrecía la casa.
Llegado el día, salimos bastante más tarde de Valencia de lo que teníamos en mente, cerca de las 18:30 de la tarde, y con 3h de camino por delante, tuvimos que apretarle un poco al coche y un poco antes de las 21:30 ya estábamos allí. Habíamos quedado con uno de los dueños a la entrada del pueblo y desde allí nos acompañó a la casa.
Me gustó mucho la fachada, rehabilitada y con un aire rústico, pero lo que me sorprendió gratamente es que los dueños ya habían encendido la calefacción desde buena mañana y allí dentro se estaba muy bien, nadie diría que fuera estábamos a -2ºC.
La entrada olía muy bien, a frutos rojos, aún parece que puedo olerlo jeje. Los dueños, muy amables, nos explicaron el funcionamiento de la casa y dónde teníamos ropa de la casa, de mesa, vajillas y demás y nos dieron una sorpresa, nos habían dejado desayunos para los 4 días que íbamos a estar allí! Leche, café, sobres de café soluble y de cacao en polvo, azúcar, zumos de brick, naranjas para hacernos zumo natural, galletas, magdalenas, pan de molde para tostadas, mantequilla, mermeladas de diferentes sabores y un canasto de mimbre llenito hasta arriba de bollería y dulces típicos de la zona, una delicia!!! menuda sorpresa! quedamos encantados!
La casa estaba muy bien acondicionada, tenía de todo, era muy amplia, en 3 plantas, habitaciones arriba y zona de estar abajo.
Mientras unos hacían la cena, otros colocaban la compra en la nevera y la despensa y otros se encargaban de poner la mesa y organizar maletas, habitaciones... Como anécdota os cuento que tuvimos que parar la cena para comernos las uvas y luego continuar cenando jajajaja, fué muy divertido comernos las gambas junto con las uvas y brindar con champang al mismo tiempo.
Después de cenar salimos un rato por el pueblo porque los dueños nos dieron hasta invitaciones para un pub y nos avisaron de que había música en el salón de actos de la localidad, así que fuimos a mezclarnos con las gentes de allí y a echarnos unas risas y unos bailes. Terminamos pronto la juerga porque estábamos cansados de haber trabajado y del viaje y también porque al día siguiente queríamos aprovecharlo para conocer el pueblo, los alrededores, y confeccionar la ruta de los próximos días.
Explorando Las Majadas y de visita a Cuenca (1º día)
Las Majadas es uno de los pueblos mas pintorescos y bellos de toda la geografía española, en la Serranía de Cuenca y está situada 38 km al norte de la capital conquense.
La Majadas es un pueblo con espíritu ganadero, las gallinas campan a sus anchas por las calles y las explanadas de la localidad y lo más normal es encontrarse al pastor con su rebaño de ovejas, me encanta!. La iglesia, en un extremo del pueblo, está bajo la advocación de la Virgen del Sagrario y el Ayuntamiento se haya junto a la casa.
Sus calles son anchas y largas, como la mayoría de pueblos de la provincia y sus plazas muy amplias. Sus gentes muy amables, haciéndonos la estancia mucho más agradable aún si cabe.
Lo único que eché un poco en falta fueron más comercios, pero se entiende que es una población de pocos habitantes y no se necesiten más comercios, aún así veníamos bien surtidos de provisiones desde Valencia.
Esta localidad está muy bien situada como decía anteriormente, a tiro de piedra en coche están Los Callejones y El Hosquillo (que no pudimos visitar por estar los osos ivernando); un poco más retirado aunque igualmente cerca está el Nacimiento del Río Cuervo, Uña y su laguna y un poco antes de llegar a Cuenca está la conocida Ciudad Encantada.
Esa mañana estuvimos paseando por Las Majadas y por la tarde después de comer nos fuimos a Cuenca. Estuvimos callejeando por su centro histórico, que ya conocíamos, pero que nos encanta.
He de reconocer que Cuenca siempre tiene un encanto especial, pero en navidad, se hace aún mucho más acogedora, y con ese frío de mil demonios que hace por allí...es como de cuento. Las calles estaban iluminadas y las puertas de los comercios engalanadas, y además había un belén a tamaño natural precioso.
La catedral, las Casas Colgadas, el Puente San Pablo, el Santuario Virgen de las Angustias....todo su centro histórico huele a eso, a historia, a costumbres, a hogar, ummmm!
Nos costó un poco encontrar dónde cenar..., era día 1 de enero, habían muchos locales de restauración cerrados y tuve que preguntar a una señora muy elegante que pasaba por la calle, si me podía indicar de algún sitio para cenar, o si había algún centro comercial o Corte Ingles para ir a comer algo...; aquella señora me miró muy mal y me dijo en tono muy serio :
- ¿Me estás tomando el pelo?;
Yo no sabía dónde meterme!! le había dado incluso las buenas tardes y no entendía qué le podía haber molestado y entonces caí en la cuenta y le dije:
- Discúlpeme, no somos de aquí, somos de Valencia y no sabemos si por aquí hay algún centro comercial o ni tan siquiera si esta ciudad tiene Corte Ingles, le he dicho ese nombre porque es de lo más conocido del país...;
La señora cambió la cara, se sonrió no muy convencida y me dijo:
- No, no hay Corte Inglés. Tienes un centro comercial que te indico enseguida cómo llegar a él....;
La señora muy amablemente nos lo indicó, me disculpé mil veces por aquella metedura de pata (otra anécdota más jaja) y nos despedimos. El centro comercial estaba abierto y cenamos en unas tascas que había allí dentro, bastante caras por cierto, pero la comida muy buena (tiempo después he conocido a una muy buena amiga de Cuenca, Vero, y me ratifica lo caras que son las tascas de aquel centro comercial y que los que la conocen sólo hacen parada allí para tomar unas cañas y marcharse porque si te quedas a cenar, sube la cuenta más que la espuma de tu cerveza!). Después de la cena nos volvimos a Las Majadas y al llegar, empezó a nevar.
En unos días os cuento como termina mi escapada por estas tierras, mi visita a La Ciudad Encantada, La Laguna de Uña, La ventana del Diablo y El Nacimiento del Río Cuervo.
Lo que tengo claro es que Cuenca tiene mucho por descubrir y volveré, sin lugar a dudas, y más desde que Vero me recomendó comer en El Coto de San Juan, lo tengo que probar!
(Para seguir leyendo la 2ª parte pincha aquí)
Sus calles son anchas y largas, como la mayoría de pueblos de la provincia y sus plazas muy amplias. Sus gentes muy amables, haciéndonos la estancia mucho más agradable aún si cabe.
Lo único que eché un poco en falta fueron más comercios, pero se entiende que es una población de pocos habitantes y no se necesiten más comercios, aún así veníamos bien surtidos de provisiones desde Valencia.
Esta localidad está muy bien situada como decía anteriormente, a tiro de piedra en coche están Los Callejones y El Hosquillo (que no pudimos visitar por estar los osos ivernando); un poco más retirado aunque igualmente cerca está el Nacimiento del Río Cuervo, Uña y su laguna y un poco antes de llegar a Cuenca está la conocida Ciudad Encantada.
Esa mañana estuvimos paseando por Las Majadas y por la tarde después de comer nos fuimos a Cuenca. Estuvimos callejeando por su centro histórico, que ya conocíamos, pero que nos encanta.
He de reconocer que Cuenca siempre tiene un encanto especial, pero en navidad, se hace aún mucho más acogedora, y con ese frío de mil demonios que hace por allí...es como de cuento. Las calles estaban iluminadas y las puertas de los comercios engalanadas, y además había un belén a tamaño natural precioso.
La catedral, las Casas Colgadas, el Puente San Pablo, el Santuario Virgen de las Angustias....todo su centro histórico huele a eso, a historia, a costumbres, a hogar, ummmm!
1- Belén a tamaño natural en mitad de la ciudad.
2- Catedral de Cuenca.
3- Casas Colgadas
4 y 6- Panorámica de la ciudad y Puente San Pablo.
5- La Plaza Mayor
Nos costó un poco encontrar dónde cenar..., era día 1 de enero, habían muchos locales de restauración cerrados y tuve que preguntar a una señora muy elegante que pasaba por la calle, si me podía indicar de algún sitio para cenar, o si había algún centro comercial o Corte Ingles para ir a comer algo...; aquella señora me miró muy mal y me dijo en tono muy serio :
- ¿Me estás tomando el pelo?;
Yo no sabía dónde meterme!! le había dado incluso las buenas tardes y no entendía qué le podía haber molestado y entonces caí en la cuenta y le dije:
- Discúlpeme, no somos de aquí, somos de Valencia y no sabemos si por aquí hay algún centro comercial o ni tan siquiera si esta ciudad tiene Corte Ingles, le he dicho ese nombre porque es de lo más conocido del país...;
La señora cambió la cara, se sonrió no muy convencida y me dijo:
- No, no hay Corte Inglés. Tienes un centro comercial que te indico enseguida cómo llegar a él....;
La señora muy amablemente nos lo indicó, me disculpé mil veces por aquella metedura de pata (otra anécdota más jaja) y nos despedimos. El centro comercial estaba abierto y cenamos en unas tascas que había allí dentro, bastante caras por cierto, pero la comida muy buena (tiempo después he conocido a una muy buena amiga de Cuenca, Vero, y me ratifica lo caras que son las tascas de aquel centro comercial y que los que la conocen sólo hacen parada allí para tomar unas cañas y marcharse porque si te quedas a cenar, sube la cuenta más que la espuma de tu cerveza!). Después de la cena nos volvimos a Las Majadas y al llegar, empezó a nevar.
En unos días os cuento como termina mi escapada por estas tierras, mi visita a La Ciudad Encantada, La Laguna de Uña, La ventana del Diablo y El Nacimiento del Río Cuervo.
Lo que tengo claro es que Cuenca tiene mucho por descubrir y volveré, sin lugar a dudas, y más desde que Vero me recomendó comer en El Coto de San Juan, lo tengo que probar!
(Para seguir leyendo la 2ª parte pincha aquí)
Tengo muchas ganas de visitar Cuenca asi que me quedo con las referencias que cuentas y ya te contare!! Que fotos mas bonitas!!
ResponderEliminarBesos
Se ve muy bonito espero algun dia poder visitar
ResponderEliminarLas fotos me han gustado mucho :), la verdad es que Cuenca es preciosa, estuve hace unos años y tengo ganas de volver. Cruzamos el puente, paseamos por todo el casco antiguo y estuvimos por los alrededores paseando por los bosques.
ResponderEliminarMe gusta la presentación que haces, Cuenca es un lugar muy turístico por lo que he escuchado. Y espero un día darme un escapada con mi novio.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, me han encantado todas las fotos y la casa se ve muy completa y bonita. ¿No tienes instagram? Así podría seguir tan agradables fotos de esos paisajes.
ResponderEliminarSaludos.
Que lugar más pintoresco. Me lo apunto a mi lista de viajes sin duda alguna.
ResponderEliminarTengo ganas de ir!!! Tengo una tia que fue y que siempre me hablaba de las casas colgantes
ResponderEliminarque lugar mas bonito y que ganas de poder visitarlo =)
ResponderEliminarMi amiga es de Cuenca y siemrpe cuenta que es desconocida pero que tienen encnato, muero por ir , espero que en verano, tu fuisdte en una epoca preciosa por lo de el Belén que preciosas fotos , me enctaria visitarlo¡¡
ResponderEliminarQue precioso lugar, con tanta historia y esencia, que ganas de conocerlo y ver tantas cosas guapas.
ResponderEliminarA mi me encanta Cuenca, he ido en varias ocasiones y la verdad siempre me quedo enamorada. El año pasado estuvimos a punto de volver, igual me animo este año, pues mi hija nunca ha ido y me encantaría que viera las casas colgantes. Si nos animamos lo haremos en verano pues en Valencia en Verano hace demasiada calor y los fines de semana buscas algo fresquito.
ResponderEliminarMe ha encantado tu post, yo estuve con mi pareja y mi hija del 3 al 5 de Enero. Lo que son las cosas, subiendo al nacimiento del río Cuervo nos cruzamos con el desvío de Las Majadas y no fuimos porque no nos llamó la atención.
ResponderEliminarHe pasado algunas veces al lado cuando vamos de vacaciones a Mojacar en Almería pero no hemos parado nunca...Siempre decimos que vamos a parar y luego por h o por b no se nos ha dado...
ResponderEliminarSiempre me he quedado con las ganas de ver en persona las casas colgantes y no solo en fotos.