Meses preparando un viaje, para que cuando estés en tu destino, ¡llueva!.
Lo sé, da mucha rabia, pero como no podemos ir en contra de la climatología, hay que intentar animarse y sacarle partido a la lluvia.
Lo sé, da mucha rabia, pero como no podemos ir en contra de la climatología, hay que intentar animarse y sacarle partido a la lluvia.
Me pasó precisamente el verano pasado en Milán y en Verona y este verano en Bruselas, nos cayó un buen chaparrón o tormenta de verano, que por poco estropea nuestros planes, pero supimos adaptarnos y amoldarnos a la nueva situación de lluvia.
No pudimos ver lo que queríamos en Milán, pero aprovechamos para ver a fondo otras cosas que en un primer momento no nos habíamos planteado, y aunque teníamos intención de cenar pronto y volver al hotel, sí que hicimos la cena pronto pero volvimos a la Piazza del Duomo a sacar más fotos, aprovechando que la gente se había esfumado jajaja.
Eso fué lo positivo, que llovió bastante, refrescó el ambiente y como coincidió cerca de la hora de cenar, la gente se fué a sus casas y los turistas a sus hoteles, y las calles de Milán se quedaron vacías, y ante tal situación, pensamos que quizás la Piazza del Duomo tuviera menos gente y se podrían sacar buenas fotos, que por la tarde con tanta gente, no es igual..., y efectivamente así fue, la plaza estaba prácticamente vacía y la catedral lucía preciosa con todas sus luces que reflejaban en los charcos y le aportaban un brillo especial. Aprovechamos para despedirnos de Milán, del Duomo y sacar buenas fotos de la plaza. Como ya era tarde, volvimos al hotel en metro, que tampoco entraba en nuestros planes, y fue una alegría para el peque, por que le encantan los medios de transporte jeje.
Es por esto que digo, que la lluvia tuvo su punto positivo y de hecho hasta me gustó que lloviese, porque los planes que teníamos eran otros y de esta manera tuvimos que improvisar y salió bien.
Por otra parte en Verona nos llovió a la hora de comer, justamente cuando nos disponíamos a buscar un lugar en dónde sentarnos a la mesa.
Con tanta agua repentina y sin paraguas, tuvimos que volver al hotel allí nos dejaron un paraguas. Salimos de nuevo, con todos los pies mojados jaja (suerte que era verano) pero los restaurantes en los que preguntamos ya tenían cerrada la cocina y no nos daban de comer, por lo que tuvimos que improvisar; encontramos un supermercado y allí que nos metimos. Compramos unos contramuslos de pollo rellenos buenísimos y calentitos del mostrador de comida para llevar, una focaccia, un buen trozo de queso italiano, un poco de jamón serrano, pan, cervezas y fanta fresquitas, una ensaladita preparada, plátanos y unos pasteles típicos de la zona que se vendían en la sección de panadería.
Nos fuimos al hotel con la compra, nos montamos el picnic sobre la cama y comimos la mar de a gusto jajaja. Disfrutamos mucho de esa comida, fué más barata que si hubiésemos ido de restaurante y nos reímos mucho, por lo que la lluvia nos hizo pasar un rato muy agradable en familia y nos proporcionó una anécdota de viaje.
Nuestro último día en Bruselas salió feo y gris. Había estado toda la noche lloviendo y había refrescado bastante (era agosto). Suerte que nos llevamos ropa de manga larga y zapatillas, porque nos hizo falta. Cuando salimos del hotel no llovía pero aún así cogí 2 paraguas plegables que eché en la maleta. Cogimos el tranvía y nos fuimos a ver la parte de la ciudad que nos quedaba por conocer. En la zona del estadio de Heizel empezó a llover a base de bien jaja, y saqué los paraguas, hicimos 3 fotos y nos fuimos corriendo a la parada del tranvía. Terminamos de recorrer la ciudad en tranvía, haciendo varios trasbordos, pero viendo cosas pese a la lluvia. A la hora de comer paró y cómo estábamos cerca de la Grand Place, bajamos del tranvía y nos acercamos a ver si había algún lugar no muy lleno para comer, ¿y que creéis que pasó?, pues que estaban todos los locales vacíos y había sitio en todas partes para comer pese a ser las 14:30h (allí se come bastante más pronto). Nuestra suerte fue que la lluvia había espantado a los turistas jaja, y estaba todo para nosotros, su ventaja tenía que tener la lluvia.
Con tanta agua repentina y sin paraguas, tuvimos que volver al hotel allí nos dejaron un paraguas. Salimos de nuevo, con todos los pies mojados jaja (suerte que era verano) pero los restaurantes en los que preguntamos ya tenían cerrada la cocina y no nos daban de comer, por lo que tuvimos que improvisar; encontramos un supermercado y allí que nos metimos. Compramos unos contramuslos de pollo rellenos buenísimos y calentitos del mostrador de comida para llevar, una focaccia, un buen trozo de queso italiano, un poco de jamón serrano, pan, cervezas y fanta fresquitas, una ensaladita preparada, plátanos y unos pasteles típicos de la zona que se vendían en la sección de panadería.
Nos fuimos al hotel con la compra, nos montamos el picnic sobre la cama y comimos la mar de a gusto jajaja. Disfrutamos mucho de esa comida, fué más barata que si hubiésemos ido de restaurante y nos reímos mucho, por lo que la lluvia nos hizo pasar un rato muy agradable en familia y nos proporcionó una anécdota de viaje.
Nuestro último día en Bruselas salió feo y gris. Había estado toda la noche lloviendo y había refrescado bastante (era agosto). Suerte que nos llevamos ropa de manga larga y zapatillas, porque nos hizo falta. Cuando salimos del hotel no llovía pero aún así cogí 2 paraguas plegables que eché en la maleta. Cogimos el tranvía y nos fuimos a ver la parte de la ciudad que nos quedaba por conocer. En la zona del estadio de Heizel empezó a llover a base de bien jaja, y saqué los paraguas, hicimos 3 fotos y nos fuimos corriendo a la parada del tranvía. Terminamos de recorrer la ciudad en tranvía, haciendo varios trasbordos, pero viendo cosas pese a la lluvia. A la hora de comer paró y cómo estábamos cerca de la Grand Place, bajamos del tranvía y nos acercamos a ver si había algún lugar no muy lleno para comer, ¿y que creéis que pasó?, pues que estaban todos los locales vacíos y había sitio en todas partes para comer pese a ser las 14:30h (allí se come bastante más pronto). Nuestra suerte fue que la lluvia había espantado a los turistas jaja, y estaba todo para nosotros, su ventaja tenía que tener la lluvia.
Y basándome en la experiencia propia y comentándolo con otros viajeros, me dicen que también les ha pasado ésto, que la lluvia hace que muchas veces, no todas jeje, la gente se vaya y puedas disfrutar de los lugares de otra manera y sin agobios. Aquí os dejo una muestra de algunos lugares con buen tiempo y mucha gente, y el mismo lugar pero con lluvia y poca gente jeje. Es una de las ventajas que tiene la lluvia cuando viajas.
Os dejo un vídeo muy cortito que colgué en mi instagram, en dónde se ve perfectamente la gente que había en la Piazza del Duomo a media tarde, como van apareciendo nubarrones negros que dieron paso a la lluvia y, como la lluvia hizo que la plaza quedase vacía, y así pudimos hacer fotos con menos gente a nuestro alrededor por la noche. Espero que os guste.
Tienes toda la razón, aunque yo odio la lluvia y mucho más cuando vas con una bebé como yo y el carrito... pero hay que intentar ser positivos y disfrutar de lo que tenemos. Besitos
ResponderEliminarYo soy de las que la lluvia no las amedranta pero reconozco que de viaje sí es un poco fastioso sobre todo si no llevas el calzado adecuado. Cuando ocurre hago como tú, buscar el lado positivo, buscar planes de interior o visitar lo más concurrido aprovechando que no hay tanta gente!
ResponderEliminarHola guapa
ResponderEliminarSi que puede parecer en un primer momento que la lluvia nos vaya a fastidiar los planes pero como bien dices hay que mirar la parte buena. Refresca el ambiente y si espanta a la gente mejor que mejor
OS quedaron unas fotos preciosas!
Un besazo
Si vas bien preparada no pasa nada!! No sabes en mi último viaje. Me tocaba hacer un tour en la ciudad vieja de Jerusalén. Ya había salido y llevaba alpargatas. Pues no te imaginas cómo terminé.. sin paraguas y con los pies empapados y los zapatos hinchados. Terrible!! Pero ahora me acuerdo y solo me queda reir. Una experiencia brutal.
ResponderEliminarQué bueno que era verano!!! Realmente la lluvia siempre puede desanimar un poco en un día común y corriente, en un viaje no importa el clima hay que conocer. Me interesa saber que tal los precios de load restaurantes o alguno que recomiendes. Un abrazo!
ResponderEliminarWoww! Hay que aprender a disfrutar también de las cosas que no nos parecen tan buenas o agradables.👏🏼👏🏼Buena elección y ame el video.
ResponderEliminarMe encanto el video.
Hola!! La verdad es que odio que llueva o haga mal tiempo cuando estoy de viaje, pero opino lo mismo que tú. Tenemos que sacerle partido a ese viaje aunque llueva, no podemos irnos al hotel sin más, siempre podemos buscar otras alternativas. Yo por ejemplo cuando fui a Oporto el día que llovió aprovachamos para ir a un museo y nos gustó mucho. Un beso
ResponderEliminarHola guapa, pues me paso tambien cuando fui de viaje a Florencia, nos llovio todo el viaje y nosotras pensando en el sol de la toscana... aunque se puedan hacer muchas cosas tambien hay planes que se fastidian... espero que este lunes que me voy a Grecia haga sol porque sino.. tendremos que buscar alternativas y sacarle tambien partido! besos
ResponderEliminar¡¡Holiiii!!
ResponderEliminarA mi personalmente la lluvia nunca me ha parado, a no ser que el sitio que vaya ese dia, sea un parque acuatico o uno de atracciones. Por lo demás, a disfrutar de un ambiente libre de aglomeraciones y tener que aguantar colas interminables en los sitios turísticos.
¡¡Nos vemos!!
¡Hola!
ResponderEliminarAunque ame la lluvia, debo decir que cuando estoy de viaje la quiero lejos Jejeje. Simplemente porque mis viajes suelen estar llenos de rutas por la naturaleza, y claro hacerlas lloviendo es un poco engorroso, aunque alguna he hecho lloviendo, pero poco.
Pero leyendo tu post, en ciertas ciudades quizás sea algo positivo, porque como dices, te ahorras las aglomeraciones (que las odio) y tener que hacer cola por todo (que eso lo odio aun más). Así que viendo las fotos me quedaría con las de los días lluviosos ¡sin dudarlo!
Besotes
Hola!!
ResponderEliminarCreo que ha muchos nos pasado alguna vez lo de la lluvia en un viaje, bueno a mí dos veces, la primera vez fue horrible porque hasta me enfermé y no pude disfrutar pero, la segunda vez, no me venció, sobre todo porque en mí caso ya tenía tickets comprados de antemano a los sitios, y bueno debía ir como sea.
Que pasada que hayas podido hacer fotos sin personas en la Piazza del Duomo, la verdad que es tan difícil hacerse una, y creo que en lugares así bienvenida sea la luvia jijiji... Saludos!!
Comprendo totalmente! en mis últimas vacaciones llovió los primeros días y refrescó. Al principio sentí que arruinó mis planes, pero siempre se saca el lado bueno de las cosas. Me alegra que a pesar del mal tiempo, pudiste disfrutar de tus vacaciones! saludos
ResponderEliminarHe perdido la cuenta de las veces que ha llovido cuando he estado de vacaciones, parece de encargo jajaja Y nada de 4 gotas, sino con ganas. Unas veces he aprovechado para disfrutar mejor de los sitios (sobre todo si eran escapadas express) y otras a tomar algo calentito y a esperar a que escampara, bss!
ResponderEliminarjajaja Tu post me viene al pelo, ahora mismo estoy de vacaciones y se me ocurrido ir al pueblo donde vive mi tía y es El Segundo día y vuelve a llover otra vez. La verdad es que odio la lluvia! jajaja Genial para la naturaleza pero sin pasarse plisss!! Que pasada La cathedra de Dhumo. Estoy deseando ir a Milan. besos
ResponderEliminarA veces el clima es impredecible y es bueno tratar de verle el lado positivo para que nuestro viaje no se ve arruinado, lo bueno fue que se pudo despejar la plaza un poco y obtener mejores fotos, eso si, siempre es bueno prevenir y llevar prendas abrigadoras porque si no es un gasto adicional comprar ropa acorde al clima.
ResponderEliminarHola!! Que post más entretenido, la verdad es que es un gran fastidio cuando llueve pero como bien dices hay que ver el lado positivo, toda la gente sale arrancando ja ja se pueden hacer mejores fotos. Yo en breve voy a un par de sitios, espero sacar unos buenos planes por si llueve. Besos
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