No hay temporada que me guste más que la Navidad. ¡Me encanta!, soy muy navideña, y como en casi todos los hogares del mundo, en el nuestro también montamos nuestro árbol de navidad en familia, decoramos la casa, ponemos lucecitas, colgamos un adorno en la puerta de entrada...y hacemos compras navideñas.
Para nosotros la navidad está llena de tradiciones. Una de las cosas que más nos gusta hacer es visitar Mercadillos Navideños y siempre que podemos nos acercamos a visitar los que tenemos cerca o los que nos pillan de paso si hacemos algún viaje.
En España hay una "pequeña tradición reciente" sobre esto de los mercadillos navideños, pero en otras ciudades europeas son toda una tradición y un reclamo turístico, y es aquí dónde voy a centrar mi post, en estos mercadillos de ciudades europeas que espero ir visitando poco a poco.
Me resulta muy curioso conocer cómo se celebra la navidad en otras partes del mundo, las costumbres, gastronomía, que artículos se compran, cómo se adornan las casas, los comercios, las calles...como se vive el espíritu navideño en cada lugar del mundo.... y creo que es por todo eso que me llama la atención tanto el tema de la navidad fuera de mi país. Y que conste que no he visitado ninguno de los que voy a nombrar, pero como buena viajera, me llevo documentando sobre ellos desde hace tiempo y por eso os cuento a vosotros lo que he ido descubriendo...
Francia
Uno de los mercadillos más bonitos de Europa se encuentra en Estrasburgo, el famoso “Christkindelsmärik”. Fijaos si es tradicional, que se remonta al 1570, siendo uno de los más grandes del continente y el más antiguo de Francia. Está situado en la plaza Broglie junto a la catedral. En el año 2014 fué considerado como Mejor Mercado de Navidad de Europa. En él se puede comprar desde árboles y adornos de navidad, a comida y bebida típica alsaciana y por lo que me comentan, uno no puede marcharse de allí sin probar la confitería local.
En Colmar hay otro precioso mercadillo navideño, muy entrañable. Cierto es, que ayuda mucho el aspecto medieval que ya tiene el lugar, para hacer de este mercadillo un verdadero cuento de navidad, yo diría que es el más bonito de todos por su emplazamiento. El casco histórico de Colmar, en la región francesa de Alsacia, se adorna e ilumina como un cuento de hadas. Es un pueblo muy bien conservado, que cuenta con edificios de estilo gótico alemán y renacentista, varias iglesias antiguas y museos que en navidad, brillan más que nunca gracias a la iluminación navideña.
Austria
El mercadillo de Viena es otro de los más llamativos.Tiene más de siete siglos de antigüedad. Está situado frente al Palacio de Shoenbrunn, en la plaza del Ayuntamiento, que se viste de gala de tal forma que quién la visita afirma estar dentro de un cuento de navidad. Se respira el espíritu navideño con su árbol gigante decorado con corazones, un teatro de títeres, un carrusel y más de cien casetas de madera donde encontrarás de todo, artesanía local, adornos navideños para decorar y gastronomía típica de la zona.
Una tradición en Viena es tomar chocolate caliente, además de degustar el famoso vino caliente, capucchinos, dulces y galletitas, mientras se escuchan de fondo los villancicos que suenan en el interior del Ayuntamiento (Rathausplatz).
Alemania
Alemania es la cuna de los mercados de Navidad (o Christkindlesmarkt, en alemán).
Núremberg cuenta con el mercadillo navideño más grande del país y según el parecer de muchos, el mejor mercadillo de Navidad de toda Alemania. Es el más antiguo del país, pues su origen se remonta a 1628. Se inaugura cada año el viernes anterior al primer domingo de adviento con un discurso que recita un chico vestido de ángel a las puertas de la iglesia.
Uno de los principales atractivos de este lugar es pasear por sus preciosas calles y plazas peatonales con aire medieval, degustando sus famosas bratwurt en una mano y en la otra un buen vaso de Gluehwein, un vino caliente con un toque de especies, y hay que probar también las típicas Lebkuchen (una especie de galletas con especias y miel muy decoradas que se ven por todas partes).
Lo más típico para regalar: los zwetschgenmännle, figuritas decorativas fabricadas con ciruelas secas, y los ángeles de papel.
La ciudad de Colonia tiene el mercadillo más significativo de Alemania, aunque realmente en cualquier plaza de la ciudad puedes encontrar pequeñas casetas de artesanos, de bebidas o comida, rodeadas del mas típico ambiente navideño. En Colonia hay siete mercados y entre ellos destaca el de Am Dom, que se levanta frente a la Catedral gótica de Colonia con piezas de artesanía de gran calidad y deliciosa gastronomía local.
Los más de 50 mercadillos de Berlín son de visita obligada si visitas la ciudad en navidad, especialmente el que hay junto al Castillo Charlottenburg por su encantadora situación y la gastronomía típica que puedes degustas en sus más de 100 casetas.
El mercadillo más grande es el de Spandau, donde los fines de semana llega a reunir más de 400 casitas de madera donde las compras y la diversión están aseguradas; está situado en pleno centro de la ciudad y muy cerca de Alexanderplatz. Otros de los más famosos son los de Gendarmenmarkt, el del Ayuntamiento Rojo y el del Palacio de la Ópera.
Pero no todo aquí en Berlín trata de comprar artículos de Navidad, sino que la idea es salir, disfrutar del buen ambiente, zamparse unas buenas salchichas alemanas y tomarse unos vinos calentitos de la zona; os hablo nuevamente del Glühwein y está hecho con vino tinto, canela, azúcar y rodajas de naranja y se sirve bien calentito. Hay que probar también uno de los platos más típicos de la gastronomía navideña, los Lebkuchen y Welfenspeise.
A partir del día 24 de noviembre abren todos los mercadillos hasta que terminan las fiestas.
El mercadillo navideño de Dresde tiene casi seis siglos de historia, sus orígenes se remontan a 1434. Está situado en la plaza de Altmark, se llama Dresden Striezelmarket y debe su nombre a una tarta de frutas llamada striezel. Además, el segundo fin de semana de diciembre se celebra un concurso en el que se elige la mejor tarta del año.
La ciudad alberga hasta 11 mercados navideños diferentes que se extienden hasta la estación principal de ferrocarril y la Albertplatz , y que van desde lo más tradicional a un mercado medieval.
Hay multitud de actividades y cosas para hacer, como la casita Pflaumentoffelhaus, donde los más pequeños elaboran sus regalos; la casita de pan de especias; la casa de los cuentos; la panadería navideña; el cine de los duendes; el teatro de títeres junto al calendario de Adviento, y no hay que olvidar a la princesa del pan de especias.
Se celebra también la fiesta del bollo navideño que consiste en estirar un bollo gigante desde el palacio Zwinger hasta el mercado Striezelmarkt, donde finalmente se corta y se reparte entre la gente.
Los orígenes documentados del mercadillo de Sttutgart se remontan a 1692, y recibe entre tres y cuatro millones de visitantes. El Ayuntamiento recibe más de mil solicitudes para instalar una caseta en el centro, pero las elegidas nunca son más de trescientas.
Las casetas de madera se adornan e iluminan de manera excepcional, ya que compiten entre sí por el premio a la “mejor decoración”, y muestran y venden todo tipo de regalos: juguetes de madera, figuritas del belén, joyería, artesanía y toda clase de dulces y delicias gastronómicas de cualquier parte de mundo.
Para celebrar la inauguración de este mercadillo, el Coro de Voces Blancas de Stuttgart ofrece un programa musical que gusta mucho a sus gentes. Todos los días se organizan actuaciones en vivo con villancicos populares en el patio del palacio de Altes Schloss. Desde la plaza de Schiller hasta la plaza del Mercado se respira ambiente navideño.
No puedes dejar de probar el famoso Hutzelbrot, pastel de frutas y nueces, que se sirve acompañado de Glühwein. También es muy típico el pan de jengibre que se vende con formas de todo tipo.
Los niños también pueden disfrutar con un paseo en minitren y los más mayores pueden visitar el nuevo Museo de Arte, un cubo de cristal que ofrece una magnífica panorámica de la ciudad.
En Munich el mercadillo navideño está instalado en la Marienplatz, alrededor de un gigantesco abeto de 30 metros de altura adornado con unas 3.000 bombillas. Tiene su inicio con el encendido de las luces el día 1 de diciembre a las 5 de la tarde.
Sus orígenes se remontan al siglo XIV (Mercado de San Nicolás), aunque el primer documento que certifica su existencia data de 1642.
Además de las típicas tiendas de artesanía, juguetes, velas y comida y bebida, todavía el visitante puede asombrarse con alguna caseta que vende figuritas hechas a mano y hombrecitos construidos con higos.
En el Nuevo Ayuntamiento los visitantes podrán contemplar un belén gigante hecho por un importante escultor local, Reinhold Zellner.
Hungría
En Budapest también puedes encontrar un mercadillo bastante famoso y de lo más encantador, situado en la Plaza Vörösmarty, en el corazón de la ciudad. Cuenta con más de 100 puestos de madera con regalos, adornos y productos típicos de la cocina húngara como las salchichas a la parrilla (kolbász), carnes a la brasa o los Beijgli, que es un pastel de navidad relleno de semillas de amapola o nueces y pasas.
Hay otro mercadillo alrededor de la Basílica de San Esteban que tiene una pista de hielo y una preciosa decoración con luces.
Lo más característico de los mercadillos de Navidad de Budapest es que sus casetas son como pequeñas cabañas de madera que nos recuerdan a las que estamos acostumbrados a ver en las montañas y repletos de objetos típicos de la artesanía húngara.
La Navidad para los húngaros no es sólo una fiesta religiosa, si no que es también fiesta nacional, pues el día de San Esteban (26 de diciembre) fue cuando se fundó el Estado húngaro.
República Checa
Y a falta de un mercadillo navideño, Praga tiene cuatro. Están situados en 4 céntricas plazas de la ciudad. El que hay en la Plaza de la Ciudad Vieja es el mas bonito, tiene como atractivo un gran pesebre; el mercadillo que hay en la plaza Wenceslao es el mas grande; los otros están en Vinohradi y Plaza de la República.
En sus puestos se vende de todo: decoraciones y adornos navideños, velas, dulces de navidad, pan de miel y pequeños regalos.
Varias son las plazas y calles que se visten de Navidad con música, luces, comida y bebida, decoración y ambiente navideño...hacen de Praga un lugar ideal para pasear y comprar en navidad.
Bélgica
Bruselas es una ciudad dónde la navidad se vive de una manera mucho más tradicional que en la zona mediterránea y por supuesto también cuenta su mercadillo Winterwonders, uno de los más bonitos del país, con casetas, comida, música en vivo...., una delicia. Desde el 27 de noviembre hasta el 31 de diciembre se puede visitar.
Más de 250 casetas se colocan al rededor de la Gran Place, también una pista de hielo, un abeto enorme con un precioso nacimiento a tamaño real y una noria gigante en la Place Sainte-Catherine. Son dos kilómetros de puestos callejeros que hacen que en el centro de la ciudad se respiren aires navideños con aromas de chocolate.
Si visitas Bruselas durante éstos días puedes disfrutar de todos los eventos del Plaisirs d´Hiver, que es como denominan a las fiestas navideñas desde hace años, pues hay infinidad de actividades, atracciones, conciertos y actuaciones, desfiles...
Dinamarca
En Copenhague hay varios mercadillos navideños: Nytorv, Nihavn, Tivoli, Axeltorv y Christiania.
Si buscas un mercadillo alternativo con montones de casetas dónde venden artículos artesanos y handmande, tradiciones danesas y ambiente muy familiar lo encontrarás en el barrio hippy de Christiania, comunidad que vive alejada del capitalismo.
Si quieres ver algo único no te pierdas el mercadillo que ponen en el parque de atracciones Tivoli Gardens a partir del 11 de noviembre y hasta final de año. Es un escenario ideal gracias a sus casetas dónde comprar regalos y artículos de decoración, hay atracciones y espacios verdes. Miles de bombillas, pista de hielo para patinar al aire libre, conciertos, actividades para niños
Disfruta degustando la bebida caliente tradicional gløgg & æbleskiver, hecha a base de vino, y comiendo buñuelos junto a los canales del puerto de Nyhavn y escuchando villancicos y música tradicional danesa. Aquí los puestos se alinean a lo largo del muelle, donde las casas más antiguas de Copenhague se decoran con guirnaldas y luces de navidad, haciendo de este mercadillo uno de los más bellos de Dinamarca.
Y no puedes marcharte de Copenhague sin llevarte unos julenisser, que son unos graciosos gnomos que ayudan a Papá Noel a fabricar los juguetes.
Estonia
Y no podía faltar el mercadillo de Tallín, uno de los pueblos medievales más bonitos de toda Europa y su alta probabilidad de nevada, hace que sea aún más especial. El mercadillo data del siglo XV y se encuentra en la Plaza del Ayuntamiento, Raekoja Plats . Sin duda es uno de los mejores y más bonitos mercados navideños de Europa, no hay palabras para describirlo, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Tiene un enorme abeto de navidad que preside el mercadillo.
Y para disfrutar de este cuento de navidad, hay que pasear por plaza con una bebida de vino caliente en una mano y alguna delicia gastronómica en la otra. No dejes de probar las sopas calientes, las salchichas o el chucrut.
En sus puestos puedes comprar preciosos artículos de artesanía de cristal, pieles de lujo, calcetines de punto y decoraciones de madera entre otras maravillas, mientras escuchas de fondo al coro cantando. También hay actuaciones y actividades para toda la familia.
Finlandia
Helsinki es la tierra de Santa Claus. El mercadillo navideño de Helsinki es el principal mercado navideño en Finlandia, está situado en la plaza del Senado, dónde también está situada la catedral, y tiene más de 120 casetas. Entre los artículos que encontrarás aquí destaca la artesanía finlandesa, los adornos navideños hechos a mano, postres y bebidas típicas de Finlandia. Además de un Tiovivo, Papá Noel visita a diario el mercadillo, lo que lo hace muy especial para los niños.
Lo tradicional aquí en estas fechas es comer el plato típico: el cerdo asado o cocido (jamón de York) y beber glögi, una bebida de frutos del bosque un tanto amarga que se bebe caliente.
Suecia
Estocolomo tiene varios mercadillos navideños, pero el mejor de la ciudad es el de la Plaza de Skansen. Es como un museo al aire libre, pues podrás ver a los los artesanos suecos en acción realizando multitud de artículos de adorno o para regalar.
Te recomiendo que pruebes el tradicional glögg sueco, una especie de vino picante caliente, y las salchichas ahumadas, la carne de reno y de alce y los tradicionales dulces navideños suecos. Además, vayas por la calle que vayas, un agradable aroma a castañas asadas te acompañará.
Además, el 13 de diciembre se celebra en el mercadillo de Skansen, la tradicional festividad sueca de Lucía con numerosos conciertos.
Inglaterra
Inglaterra es otro de los países destacados en mercados navideños.
El de la ciudad Manchester es uno de los más famosos del mundo, ocupando el primer puesto de la lista christmasmarket.com.
En Londres ponen un mercadillo navideño en Hyde Park con parque de atracciones y pista de hielo incluida.
El curioso mercadillo alemán de Birmingham os encantará, su noria, sus villancicos en directo, el vino caliente típico alemán, os trasportará hasta Alemania son sólo cerrar los ojos.
Hay otros muchos mercadillos navideños en Inglaterra cuya visita sería más que recomendable, en sitios como Nottingham, Exeter, Bath, Southampton, Portsmouth...
Polonia
En Polonia hay gran tradición de mercadillos navideños. Uno de los más conocidos es el de Wroclaw, una ciudad universitaria que en Navidad llena sus principales calles principales con puestos y atracciones.
Si tienes ocasión de visitar otras ciudades polacas, que sepas que en Cracovia y Varsovia hay también otros mercadillos importantes, así como en Zakopane, una pequeña ciudad, que tiene un extenso mercadillo que termina en lo alto de las montañas nevadas.
Varias de mis amigas viajeras de instagram han viajado en estas fechas a algún mercadillo navideño, por eso te invito a que te pases por sus biografías y ojees las fotos tan maravillosas que nos han dejado.
Mireia @mireiaast77 que ha estado en Praga.
Verónica @mipatriaesmimaleta que ha estado en Bruselas
Hola guapa
ResponderEliminarQue mercadillos tan bonitos, me recuerdan a las típicas películas navideñas
He visitado algunos aquí en España y claro, no son ni parecidos.
Me encantaría poder perderme por alguno de estos mercadillos de cuento alguna vez
Un besazo
Hola Mariló, que belleza de mercadillos. La tradición e historia que tienen. Son costumbres muy arraigadas y algunos parecen esas villas de Navidad que uno ve en los adornos navideños. Me encantaría ir así haga mucho frío! Un abrazo!!!
ResponderEliminarPero qué maravilla! No sabía que tantas ciudades se vestían taaan navideñas. De hecho solo me sonaban Austria y Alemania. Ojalá me pueda escapar a conocer alguno de ellos, parecen sacados de cuentos...saludos!
ResponderEliminar